"The big shave" (La gran afeitada) es el título del proyecto fin de carrera del director Martin Scorsese en 1967, año en el que dirigió su primer largometraje. Martin Scorsese, a través de este corto, hace una crítica a la sociedad estadounidense ante la guerra de Vietnam, que transcurría por esos años.
Un joven entra, común y cotidianamente, a un reluciente baño por la mañana y comienza a afeitarse. Todo transcurre con aparente normalidad, hasta que el hombre comienza a hacerse unos cortes pequeños con la afeitadora, los cuales se van haciendo cada vez más y más profundos, hasta el punto en el que el muchacho llega practicamente a la mutilación. (No recomendado para personas sensibles).
Rodado en 16mm. Este inquietante cortometraje fue el proyecto final de una maestría que Scorsese realizó en la Escuela de Cine de la Universidad de Nueva York, luego de obtener su licenciatura en 1964. Según algunas referencias, un productor muy famoso asistió a la presentación de la universidad y, luego de ver el corto, corrió rápidamente a buscar al muchacho que había realizado el film para ofrecerle la dirección de un largometraje, que desembocaría en Who´s that knocking at my door, primer película del director y de Harvey Keitel, uno de sus actores más recurrentes en la primera época.
Otra vez protagonista, el baño, escenario típicamente mafioso,
acostumbrado a recibir la cálida sangre de los delatores, espera ahora la
inocente sangre común a Johnny Boy (Robert De Niro), en Mean Streets, y a
cualquier buen hombre de familia, brotando, en principio, disimuladamente de una
hojita de afeitar. Repitiendo una y otra vez el mismo gesto, el
anónimo personaje va afeitándose y quitándose la espuma lentamente, plano por
plano, detalle por detalle. Sin que apenas podamos notar su
trama sangrienta, un pequeño y fugaz corte aparece bajo la patilla del
personaje, inaugurando lo que será el tópico más codiciado por Scorsese, en un
ambiente casi publicitario, con detalle de una espuma de afeitar, de una hojita,
jazz de por medio. El disimulo, empero, no tarda en desaparecer
y el protagonista se avalancha a una catarata de cortes, reemplazando la espuma
de afeitar por un pegajoso baño de sangre que es desparramado una y otra vez en
cada movimiento. Si bien cada acto criminal, cada gesto
minimalista de la gillette, se mantiene dentro de ese marco casi familiar que la
banda de sonido y los cortes claros y detallistas nos ofrecen, como si los
espectadores mismos de la película fueran esas apacibles familias
norteamericanas reunidas frente al nuevo ídolo de nuestras sociedad: la
televisión y la publicidad de nuevos productos. El final llega
casi anunciado, con un grotesco corte de oreja a oreja, con la indiferencia
total del personaje que en vez de vendernos sonrientemente un producto para el
confort de nuestra vida cómplice, nos ofrece sangre y nada más que sangre,
enrareciendo la imagen y generándonos un irónico malestar ante el sinsentido de
la misma que sólo puede terminar con un gesto de humor y una mueca sonriente.
Las obras de Scorsese abordan principalmente los
temas de la vida italo-estadounidense y los conceptos de culpa y redención
católicos romanos, el machismo y la violencia endémica en la sociedad
estadounidense. Es también conocido por su afición a la música, mundo al que ha
dedicado alguna de sus películas (No Direction Home sobre Bob Dylan y Shine a
Light, sobre los Rolling Stones). Scorsese es ampliamente considerado como uno
de los directores más influyentes de su generación.
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