11/5/11

Walker Evans y la Gran Depresión.



Evans (1903-1975) no es solo uno de los nombres mayores en la historia de la fotografía "sino que es un fotógrafo que consigue comunicar con el espectador de una forma intensa y clara en su afán de contarnos la realidad y el cómo son las cosas."

Walker Evans es "una de las figuras que más han influido en el arte contemporáneo y señaló el camino a seguir en la fotografía. Sus imágenes son sencillas técnicamente y con ellas allana el camino al arte, todo podía ser bello". Con una mirada poética, cuya modernidad procedía de la literatura, Evans contribuyó a la creación de esa imagen por la que América se reconoció a sí misma.

Con sus fotografías, en las que combina la crítica social, el documental y la estética, trata de acercar las duras condiciones de vida y la pobreza de la población rural a un público ignorante de la situación por la que atravesaba el país.

En su infancia y juventud se fue trasladando de St. Louis, Missouri, a Toledo, Ohio, y posteriormente a un barrio de los suburbios de Chicago, para, tras la separación de sus padres, recalar en Nueva York, con su madre. En 1922 viaja a París para seguir sus estudios en la Sorbona, pero con la idea de hacerse escritor y mezclarse con la vida intelectual del París de los años veinte. Allí, influenciado por los poetas franceses del XIX, ve en la fotografía un medio para adaptar la visión de poeta y mostrar meticulosamente la América cotidiana contemporánea.

Comienza en Nueva York (1928), con una cámara de 6 x 12, a hacer sus primeras fotografías, que son escenas sencillas y directas de la vida diaria. Entabló amistad con artistas y escritores y mantuvo contacto con las corrientes progresistas. Fotógrafo estadounidense que retrató la vida cotidiana del pueblo llano. Durante la Gran Depresión trabajó, sobre todo en el sur, para la Farm Security Administration (FSA) dejando testimonio de la precaria situación que sufrían granjeros y aparceros con objeto de demostrar que las zonas rurales pobres necesitaban ayuda gubernamental. Con una cámara de 15 x 20 recorre ciudades de EE.UU, junto a Lincoln Kirstein, un joven intelectual, que tuvo un importante papel en el desarrollo de la vida cultural norteamericana.

Entre sus trabajos más conocidos están:
  • En 1932 ilustra The crime of Cuba, de Carleton Beans, una denuncia del régimen de Batista, para lo que hizo una serie de fotografías donde mezclan retratos con detalles arquitectónicos y escenas callejeras.
  • Entre los años 1935 y 1936, durante 18 meses, trabajó para la Farm Security Administration, y convivió junto con James Agee seis semanas con una familia de aparceros de una granja de Alabama. Evans los fotografió enseñando su vida de forma simple y directa, con cierto distanciamiento, logrando retratos de gran dignidad.Junto con los textos de Agee, las fotografías se publicaron en el libro Let Us Now Praise Famous Men en 1941.
  • Con una Contax de 35 mm comienza a trabajar de forma completamente distinta: ocultándola bajo el abrigo, sin control de encuadre, se centra en las caras y gestos de los viajeros del metro de Nueva York. El resultado se publicó en 1966 en forma de libro con el título Many are called.
Obtuvo una beca de la Fundación John Simon Guggenheim en 1940. Se incorporó en 1945 la revista Time. En 1941 Evans y el escritor estadounidense James Agee publicaron Elogiemos ahora a hombres famosos, una poética pero fría interpretación de la visión de los aparceros del sur, documentada con fotografías y textos. De 1945 a 1965, como editor asociado de la revista Fortune, realizó ensayos fotográficos sobre diferentes temas como el metro de Nueva York, ciudades fantasma del oeste americano e iglesias antiguas. Desde 1965 y hasta su muerte en 1975 trabajó como profesor de fotografía en la universidad de Yale. 

A los 70 años, se compra una cámara polaroid SX-70 y fotografía en color carteles, rótulos y señales de tráfico. "Compré esa cosa como si fuera un juguete y me lo he tomado como un desafío. Era un artilugio, pero decidí que debía ser capaz de hacer algo serio. Después de todo me estoy haciendo mayor y, no creo que nadie deba tocar una polaroid hasta que haya cumplido 60 años. Primero hay que hacer todo ese otro trabajo".

Sus fotos destacaron por el realismo y la humanidad, incluso en sus trabajos sobre edificios e interiores está siempre presente el hombre. Evans tenía un estilo literario, las figuras, los lugares, los sujetos son representativos del momento en el que viven. Hay una conciencia histórica y costumbrista y un tipo de composición formal. Las imágenes eran sencillas, escuetas, severas, contundentes y en apariencia vacías. Paisajes cotidianos que transcienden para convertirse en una metáfora contundente de la existencia.

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