28/5/11

Lonesome (Soledad) de Pál Fejös

                                                                                                                                                                                   

Pál Fejós, junto con Michael Curtis y Alexander Korda, es uno de los más grandes directores húngaros de cuantos emigraron a Hollywood y el mejor del período mudo (Pán, 1919; Las estrellas de Eger, 1923). Con posterioridad, sus películas se orientaron hacia el experimentalismo (The last moment, 1928) y hacia el realismo intimista (Soledad, 1928; Broadway, 1929; Tempestades, 1933). 

Llegó a Nueva York en 1921 y comenzó a trabajar como ayudante de investigación en el Rockefeller Institute de esa ciudad, puesto que ocupó durante más de dos años. Al mismo tiempo fue asesor del Theatre Guild sobre obras de "atmósfera húngara". Abandonó sus investigaciones médicas y se dirigió hacia Hollywood para buscar fortuna. Consiguió vender algunos argumentos a productores modestos pero no consiguió abrirse camino dentro de la industria. Escribió el guión y dirigió Magia roja (1927), protagonizada por Conrad Veidt como un mago enamorado de su joven ayudante. Al enamorarse ella de un nuevo compañero, Veidt planea una sangrienta venganza. Rodada como una película muda, se le añaden diálogos posteriormente. Con 5.000 dólares que le prestó un amigo dirigió en menos de un mes The last moment (1928). En ella muestra a un suicida a punto de morir que ve desfilar toda su vida delante de sus ojos. Se trata de la primera película experimental de largometraje que se hizo en Estados Unidos. La película llamó la atención de la Universal, especialmente la del hijo del fundador del estudio, Carl Laemle Jr., que le contrató para dirigir la que fue su obra maestra, Soledad (1929). Drama de dos personajes, un hombre y una mujer que se conocen en un parque, éstos son magníficamente interpretados por Glenn Tyron y Barbara Kent. El fugaz encuentro da sentido a sus vidas, pero la multitud les separa. Se buscan durante todo un día y cuando han perdido toda esperanza de volver a verse, se encuentran en la escalera de su casa: son vecinos sin saberlo. Fejos contó para su realización con todos los adelantos técnicos del estudio y consiguió la mejor película de su etapa americana y de su carrera. 

Soledad colocó a Fejos en una posición privilegiada en la industria del cine en Hollywood. Preparó por aquel entonces su proyecto más ambicioso hasta la fecha, Broadway (1929), versión cinematográfica de un tremendo éxito teatral de George Abbot y Phillip Dunning que otros estudios imitaron. Laemle decidió justificar el proyecto convirtiéndolo en una gran superproducción espectacular. Para ello, Fejos se dedicó a experimentar durante el rodaje de los números musicales con una monstruosa grúa que superaba técnicamente todo lo visto hasta el momento. El público dio la espalda a la película y no obtuvo las recaudaciones esperadas. Después del relativo fracaso de Broadway comenzó la producción de La Marsellesa, una epopeya sobre la Revolución Francesa que finalmente se llamó Captain of the guard. A las cuatro semanas de comenzar el rodaje fue despedido y sustituido por John S. Robertson, único director que apareció en los títulos de crédito. 

El excesivo experimentalismo de Fejos le apartó paulatinamente de otras producciones, como el musical sobre un músico de jazz protagonizado por el director de banda Paul Whiteman que fue dirigido por Murray Anderson. Abandonó la Universal y comenzó a trabajar para la Metro Goldwyn Mayer, donde dirigió las versiones francesas y alemanas de The big house (1930). 

Decepcionado por la industria americana e incapaz de llevar sus proyectos a buen puerto, abandonó Hollywood y regresó a Europa, donde realizó diversas películas. Entre las de mayor éxito de esta etapa destaca Fantomas (1931). En 1935 abandonó el cine de ficción y se dedicó al documental. Unos años después dejó definitivamente el cine y retomó su carrera científica. Llegó a ser director de la institución Werner-Green para la investigación antropológica y una figura destacada de la comunidad científica internacional. Murió en 1963. 

Lonesome, en la actualidad, sólo existen dos copias en el mundo, una de ellas fue restaurada por George Eastman House. Sobre la versión muda la productora realizó otra, a la que se le agregó diálogos doblados y música, ya que cuando se terminó el rodaje del film comenzaba la etapa sonora del cine. 

La película muestra la rutina de cada protagonista, desde las 7.30 am del día 3 de Julio hasta las 02.00 de la madrugada del día siguiente. Comienza con una secuencia en montaje paralelo donde se presentan a los personajes y la gran vorágine hiperactiva de una metrópolis. El encadenado con el reloj durante la jornada laboral es una maravilla, te lleva un poco a The Crowd de King Vidor. Magnánimo es el momento de levantarse de la cama, cómo la cámara sufre de hiperactividad, siguiendo los movimientos de los personajes.

En realidad, cualquier secuencia de la película es para reseñar, pero sin duda, podemos destacar la de la montaña rusa del parque de atracciones de Coney Island, ese frenético movimiento, experimental y moderno para 1928. Sin sonido y sólo con el movimiento y sus personajes, lo que dá de sí la imagen.


No sé qué os parecerá esta película, pero a mí la primera vez que la ví me dejó muda, nunca mejor dicho ;O  Y hoy en día me maravilla igual que la primera vez. Por favor, disfrutar de esta pequeña gran joya!
 

 


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