8/3/11

El Marqués de Sade y su Filosofía

Marqués de Sade, Donatien Alphonse François, marqués de Sade (1740-1814), escritor francés de novelas, obras de teatro y tratados filosóficos, más conocido por sus obras eróticas, prohibidas durante mucho tiempo.

Muchos de los trabajos de Sade contienen explícitas y a menudo repetitivas descripciones de violaciones e innumerables perversiones, generalmente incluyendo violencia y trascendiendo los límites de lo posible. Los libertinos de Sade fundaron su filosofía en un resuelto desprecio de las normas morales y un odio de las éticas religiosas. En la naturaleza, decían, el fuerte gana y el débil pierde; por lo tanto todas las leyes y éticas, diseñadas como son para proteger al débil, son vistas como antinaturales. Así, el término sadismo se emplea en psiquiatría para designar el tipo de neurosis que consiste en obtener placer sexual infligiendo dolor a otros. Su filosofía considera naturales tanto los actos criminales como las desviaciones sexuales. Sus obras fueron calificadas de obscenas y hasta bien entrado el siglo XX estuvo prohibida su publicación.

En 1782, mientras estaba en prisión, completó el relato corto Diálogo entre un cura y un moribundo, expresando su ateísmo al tener a un moribundo libertino convenciendo al cura de los errores de una penosa vida.

La novela Los 120 días de Sodoma, escrita en 1785 pero no completada, cataloga una extensa variedad de perversiones sexuales realizadas por un grupo de esclavizados adolescentes y es el trabajo más gráfico de Sade. Se cree que el manuscrito fue perdido durante el asalto a la Bastilla y el libro no fue publicado hasta 1904.

En 1787 escribió Justine o los infortunios de la virtud, una versión más temprana de Justine, que fue publicada en 1791. Describe las desgracias de una chica que continúa creyendo en la bondad de Dios a pesar de la persistente evidencia de lo contrario. La novela compañera, L'Histoire de Juliette (1798) narra las aventuras de la hermana de Justine, Juliette, quien elige rechazar las enseñanzas de la iglesia y adoptar una filosofía hedonista amoral, que resulta en una vida llena de éxito.

La novela Filosofía en el tocador (1795) relata la educación lasciva de una joven privilegiada en el amanecer de su adultez. Está estructurada como una obra y es concisa, aguda y atractiva; los personajes arquetípicos de Sade son, aquí, usados eficazmente. El libro contiene un largo panfleto político "¡Franceses! ¡Un esfuerzo más si deseáis ser republicanos!" en el cual Sade recomienda un socialismo utópico. Declara que las leyes contra los ladrones son absurdas: protegen a los ladrones originales, los ricos, contra los pobres que no tienen otro remedio más que robar. Argumenta además que el estado no tiene derecho a prohibir el asesinato, ya que provocan asesinatos en forma de ejecuciones y guerras. Las leyes en contra de la blasfemia son vistas como sin sentido: no son necesarias si Dios no existe, y si es que existe, seguramente no le dará importancia a ataques insignificantes. El panfleto fue republicado y distribuido durante la Revolución de 1848 en Francia.

En Aline y Valcour (1795) contrasta al brutal reino africano con una paraíso utópico en una isla. Este fue el primer libro publicado bajo su verdadero nombre.

En 1800 publicó una colección de cuatro volúmenes de historias cortas titulada Crímenes de amor. En la introducción, Reflexiones en la novela, da consejo general a los escritores y también provee una crítica a las novelas góticas, especialmente a El monje de Matthew Gregory Lewis, la cual considera superior al trabajo de Ann Radcliffe. Una notable historia de la colección, Florville y Courval, ha sido llamada "gótica" y gira alrededor de una joven mujer que sin darse cuenta se encuentra enredada en una red de incesto.

Mientras estaba encarcelado nuevamente en Charenton, completó tres novelas históricas: Adelaide de Brunswick, Isabelle de Bavaria y El Marqués de Gange.

También escribió varias obras de teatro, la mayoría no publicadas. Le Misanthrope par amour ou Sophie et Desfrancs fue aceptada por el Comédie-Française en 1790, y Le Comte Oxtiern ou les effets du libertinage fue representada en el Teatro Moliere en 1791.
Varias cartas escritas en prisión a su esposa han sido preservadas y fueron publicadas en 1998 como Cartas desde Prisión. Algunas de ellas muestran una bizarra y paranoica obsesión con los significados ocultos de los números.

Justine o los infortunios de la virtud, novela del marqués de Sade publicada (en su segunda versión) en 1791. Esta obra comprende tres libros. A partir del cuento filosófico escrito en 1787 en La Bastilla, Los infortunios de la virtud, el texto se revisa y evoluciona en la novela Justine o los infortunios de la virtud, publicada en 1791, hasta llegar a la versión definitiva, La Nueva Justine o los infortunios de la virtud seguida de la Historia de Juliette, su hermana (esta última parte, añadida a la anterior, es más conocida por el título de Juliette o las prosperidades del vicio), que se publicó en 1796.

Esta novela, primera manifestación en Francia del “género negro”, revela el poder de la imaginación de Sade y su capacidad para cuestionar la moral y los valores sociales.

Justine es una muchacha que a los doce años se encuentra en la calle tras la ruina de su padre y la muerte de su madre. Su hermana Juliette acepta esta desgracia como el principio de su libertad: va a seguir el camino del mal. Justine, cándida encarnación del bien, “tiene todas las virtudes, y en cada una de ellas se ve herida. Si es compasiva, el mendigo acaba robándola. Si es piadosa, un monje la viola. Honesta, un usurero la arruina [...] ella entrega su felicidad a quienes abusan de ella” (Jean Paulhan). Es por su obstinación a seguir siendo virtuosa por lo que sufre hasta el martirio los suplicios sexuales y las torturas físicas más refinadas, confesadas al autor por ella misma.

Sade no se contenta con poner de manifiesto su filosofía, la absoluta libertad del deseo y su realización como condición de la felicidad. Demuestra cómo el mal aprovecha sólo a los que escogen seguir su vía y, barriendo las delicadezas de la novela libertina, expresa la libertad misma del lenguaje en toda su desnudez.

La publicación de esta novela provocó un cierto revuelo en los círculos literarios de la época. Se la consideraba peligrosa o, por lo menos, detestable. La extremada crudeza con la que el marqués narra las desgracias de Justine y los vicios execrables de que es víctima, resultó insoportable para muchos.

La Filosofía del Tocador es la mejor obra del marqués de Sade, trata de la perversión de una joven llamada Eugène por un grupo de libertinos entre los cuales destaca Dolmance, un personaje típicamente sadiano (sodomita, ingenioso, cruel, egoista, etcétera). Con él colabora Mme. de Saint-Ange, mujer disoluta que ha ido progresando poco a poco en el terreno del libertinaje. Una buena parte de la obra la forman las escenas eróticas que estos dos personajes forman con Eugène, una joven que, hasta el momento ha llevado una vida normal, pero a la que la amistad reciente con Mme. de Saint-Ange, unida su juventud y a su temperameto, la impulsan irresistiblemente al vicio. Estas escenas se van alternando, como ocurre siempre e las obras del marqués, con largos discursos filosóficos sobre distintos temas relacionados con el libertinaje. Más tarde, se les une el caballero de Mirvel, hermano de Mme. de Saint-Ange. Este personaje es especialmente interesante, no tanto por su protagonismo en la obra, que es limitado, sino porque es uno de los pocos libertinos que podríamos llamar "convencionales", de toda la obra del marqués.

Llama la atención, en medio de los diálogos y de los actos eróticos, el largo discurso titulado "Franceses, haced otro esfuerzo si queréis ser republicanos". No sólo porque se mezclan ideas más relacionadas con la política y la sociedad que con el libertinaje propiamente dicho, sino porque, dada la escasa extensión de la obra, este ensayo llega a ocupar un buen porcentaje de ella, provocando una extraña ruptura en el argumento. Pero aunque parezca que perjudica al conjunto de la obra, al acabar vemos que no es así: en realidad, la filosofía ha servido para enfriar un poco nuestra mente antes del desenlace final, pues tras el ensayo aparece Mme. de Mitisval, que pretende llevarse a su hija, y es objeto del trato más abominable. Era, por tanto, la calma que precedía a la tempestad. Por otro lado, es bien sabido hasta qué punto Sade veía el sexo como algo relacionado con la vida en general, y le otorga siempre una gran importancia incluso a nivel social y político.

Vemos en ella una perfecta exposición filosófica de sus principales ideas, los caracteres están mejor dibujados y son más variados (a pesar de su escaso número) que los de ninguna otra , las escenas contienen a la vez erotismo y horrores. Es como si toda la obra de Sade estuviese condensada en un libro que, curiosamente, es también uno de los más cortos.

Numerosos artistas, especialmente los preocupados por la sexualidad, han sido repelidos o atraídos por el trabajo de Sade.

Simone de Beauvoir (en su ensayo ¿Debemos llevar a la hoguera a Sade? (en inglés Must we burn Sade?, publicado en Les Temps modernes, diciembre, 1951 y enero, 1952) y otros escritores han intentado localizar vestigios de una filosofía radical de libertad en los trabajos de Sade, precediendo al existencialismo por unos 150 años. Los surrealistas lo admiran como uno de sus precursores, y Guillaume Apollinaire lo llamó "el espíritu más libre que haya existido".

Uno de los ensayos en Dialéctica del iluminismo (1947) de Max Horkheimer y Theodor Adorno es titulado "Juliette or Enlightenment and Morality" (en español Juliette o Iluminismo y moralidad) e interpreta el comportamiento de Juliette como personificación filosófica de la Ilustración. Similarmente, el psicoanalista Jacques Lacan postula en su ensayo "Kant avec Sade" que la ética de Sade fue la conclusión complementaria del imperativo categórico postulado originalmente por Immanuel Kant.

En la antología de ciencia ficción de Harlan Ellison, Dangerous Visions (1967), Robert Bloch escribió una historia llamada "A Toy For Juliette" basada en los trabajos y técnicas de Sade.

Andrea Dworkin veía a Sade como el ejemplar pornógrafo que odia a la mujer, apoyando su teoría en que la pornografía inevitablemente guía hacia la violencia en contra de la mujer. Un capítulo de su libro Pornography: Men Possessing Women (1979) está dedicado al análisis de Sade. Susie Bright afirma que la primera novela de Dworkin Ice and Fire, la cual es abundante en violencia y abusos, puede ser interpretada como una versión moderna de Juliette.

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