Danny Fisher (Elvis) interpreta a un joven problemático cuya música revoluciona el Barrio Francés de Nueva Orleans. Con una bella joven que le ama y numerosos admiradores, parece que el Danny finalmente podrá desembarazarse de su pasado y mirar esperanzado al futuro.
Michael Curtiz logra una bella entrada del filme rodada en las desoladas calles de Nueva Orleans. Basado en la novela de Harold Robbins “Una piedra para Danny Fisher”, este filme resulta bastante sólido, logrando trascender el ego que envuelve la figura del llamado Rey del rock’n roll, al que Curtiz tuvo que exaltar más de lo que hubiese querido porque, las presiones de los productores, pesan a la hora de realizar una película.
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